Para entender a fondo cuáles han sido las principales razones por las que el peso colombiano se vio fuertemente devaluado frente al dólar durante los meses de abril y mayo (alcanzando una tasa de cambio de $3.379,55 el 31 de mayo) y ahora retoma los niveles de $3.200 – $3.175, es importante analizar tanto el entorno externo como el local.
- A nivel global, el 2019 ha estado fuertemente marcado por la incertidumbre que gira alrededor de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la cual ha escalado en los últimos meses. La dificultad que han tenido ambas potencias para llegar a un acuerdo y las continuas represalias hacia el gigante asiático adoptadas por Trump, han incrementado la volatilidad de la gran mayoría de las monedas de países emergentes, entre ellas el peso colombiano.
- La incertidumbre en los mercados globales hizo que los inversionistas buscaran refugio en los bonos del tesoro de la Reserva Federal de Estados Unidos (en adelante Fed). A los ojos del mercado, estos títulos tienen el atractivo de ser los activos financieros más seguros del mundo. La alta demanda de bonos del tesoro, expresados en dólares, generó que la divisa se apreciara frente a las demás monedas.
- En Colombia, desde mediados del 2018, el Banco de la República (en adelante Banrep), en busca de disminuir la exposición del país frente a choques externos, inició su programa de acumulación de reservas internacionales (compra de dólares). Lo que dejó poco espacio para que el peso se revaluara frente al dólar (menos pesos por dólar).
¿Por qué entonces el peso logró apreciarse frente al dólar durante el mes de junio?
Aunque las tensiones comerciales entre EEUU y China no han cesado, el mercado se encuentra optimista frente la posible tregua comercial entre Trump y Xi Jinping.
Así mismo, desde el mes de junio, la en Banco Central de EEUU (Fed) ha transmitido al mercado que está dispuesta a adoptar una postura de mayor flexibilidad monetaria (posible disminución de sus tasas de interés). Esto debido a que buscan favorecer la actividad económica estadounidense, para así frenar la posible desaceleración que varios analistas pronostican para el 2020.
Una disminución de tasa de interés de la Fed haría que el mercado voltee nuevamente su mirada a los países emergentes y por ende podríamos ver una devaluación del dólar contra el resto de monedas de países emergentes, dentro de estas el peso colombiano.
Igualmente, los países en vía de desarrollo se están convirtiendo en los principales exponentes de crecimiento a nivel mundial. Como se puede observar en la tabla 1, el incremento del Producto Interno Bruto (mejor termómetro de medición de la actividad económica de un país) de los países europeos es muy inferior en comparación con los pronósticos de los emergentes. Por ejemplo, el pronóstico de crecimiento económico para China es del 6,3%, por lo que, a pesar de la guerra comercial, continúa siendo un destino de inversión interesante, más ahora que se han presentado bajas en las acciones asiáticas, representando una oportunidad de compra.
Además, el alza de los precios del petróleo ha favorecido al peso colombiano pues el crudo es nuestro principal producto de exportación. Al aumentar el precio de este, se incrementan la cantidad de dólares que entran a la economía y por lo tanto (al haber un exceso de oferta) disminuye su precio frente al peso colombiano.
El repunte del peso también se ha visto favorecido por la suspensión del programa de acumulación de reservas internacionales del Banrep.
¿Qué esperamos del dólar en lo que resta del 2019?
El cambio de tono de la Fed, quien se espera que inyecte mayor liquidez al mercado y, la posible relajación de los conflictos comerciales entre EEUU y China son eventos que contribuirán a la visualización de una apreciación del peso. Por esta razón, si bien la moneda puede seguir presentando una alta volatilidad, se espera que cierre el año alrededor de los $3,180 pesos.